SEÑOR ENSEÑANOS A ORAR

Hoy estudiaremos una magnífica oración, el Padre Nuestro una forma hermosa de adorar, honrar y glorificar a Dios.

En Lucas 11:1 Dice así: Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos.

En esta petición que le hizo el discípulo al Señor hay algo muy peculiar, ellos vieron a Jesucristo hacer milagros, lo vieron caminar sobre las aguas, echar fuera demonios y resucitar muertos, pero no le pidieron que les enseñara a hacer nada de esto.

Lo que si le pidieron fue enséñanos a orar y el Señor lo hizo, hay una oración que Él les dio a los discípulos y nos la dejó a nosotros como referencia en la Biblia, una está en Mateo 6 y la otra en Lucas 11, pero hoy lo veremos en Mateo 6: 5-15

RECOMENDACIONES IMPORTANTES.

El señor Jesús comienza primero diciendo lo que no deben hacer y lo vemos versículos antes de la oración del Padre Nuestro:

  • No sean Hipócritas (V5) en el tiempo de Jesús estos escribas y fariseos a los que Él llamaba hipócritas buscaban lugares públicos muy concurridos e intentaban que la hora de su oración fuera en esos lugares para ser vistos por los hombres.

Y Jesús les dijo a sus discípulos que no fueran como ellos, porque Dios conoce el corazón y la intención que este tiene. No olvidemos que Dios lo sabe todo y ve nuestro interior (Mateo 23:28)

  • No usar vanas repeticiones (V7) Jesús también les dijo que no usaran vanas repeticiones.

Cómo comienza esta oración que el Señor le dio a sus discípulos.

Comienza con alabanza, “Padre Nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre”. Cuando nosotros decimos Padre Nuestro debe ser con reverencia, porque nos estamos refiriendo a nuestro Padre Celestial, al Todopoderoso, Soberano e inigualable Dios.

El lugar Santísimo es donde habita nuestro Dios, por lo cual no podemos pretender entrar ahí de manera irreverente.

Hay una expresión a la cual hay que ponerle cuidado “Abba Padre” a lo que algunos dicen que esta expresión significa “papito”.

Sin embargo, no hay evidencia para esa traducción de Abba. Cuando leemos “¡Abba! ¡Padre!” en la Biblia, simplemente se trata de la palabra “padre” en arameo, seguida por la misma palabra en griego.

Cuando Jesús oro en el Getsemaní en Marcos 14:36 Él llama a Dios Abba Padre, esto denota una relación íntima de un padre con su hijo. Pero a la vez Jesús está reconociendo el Poder y la Soberanía de su Padre cuando dijo “pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras”.

Esta expresión de “Abba Padre” también la encontramos en Romanos 8:15 pero nuestro Señor nos enseñó lo que significa realmente ¡Padre! ¡Padre! o ¡Abba! ¡Padre! Y nos enseñó que debemos entrar en su presencia con reverencia, respeto y sujeción a su Soberanía.

Continúa diciendo “Santificado sea tu nombre” debemos santificar, glorificar, adorar y alabar a nuestro Padre Celestial.

  • “Venga tu Reino, hágase tu voluntad”. Pidamos a Dios que su reino venga a nuestras vidas, a la vida de nuestra familia, al gobierno, etc. Que Él sea quien reine en nuestro corazón y gobierne nuestra vida.

También debemos pedir que se haga su voluntad en nosotros, así como lo hizo nuestro Señor en el Getsemaní en el tiempo de su mayor tribulación, prueba y tristeza. Él reconoció la Soberanía y el poder de Dios Padre, sujetándose a su voluntad en obediencia.

NUESTRA PARTE, NUESTRA HUMANIDAD Y DEPENDENCIA.

Ahora comienza nuestra parte y comienza reconociendo nuestra dependencia y necesidad de Dios en todo.

  • “Danos hoy el pan nuestro de cada día” Aquí pedimos por la provisión del día y presentamos nuestras necesidades ante Dios.

  • “Perdona nuestras ofensas” En esta parte el señor nos está enseñando que las relaciones personales con los demás son importantes y necesitamos pedir a Dios que nos traiga a la memoria personas a quienes debemos pedir perdón y mantener nuestras relaciones limpias con nuestros semejantes para que Dios también nos perdone a nosotros.

  • “No nos metas en tentación y libranos del mal” Debemos pedir por la protección de Dios en nuestras vidas, pero también debemos apartarnos de las tentaciones y del mal, no meternos voluntariamente donde sabemos que no debemos entrar.

  • “Tuyo es el Reino, el poder y la gloria” Es muy interesante ver que esta oración comienza con alabanza y termina con alabanza. Debemos adorar y alabar a nuestro Dios en todo momento y circunstancia.

 

 

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